Archivo de etiquetas| porción

La Doble porción de la Unción

La Unción no es solo para el que la desea, sino para el que paga el precio por ella.

«9 Cuando habían pasado, Elías dijo a Eliseo: Pide lo que quieras que haga por ti, antes que yo sea quitado de ti. Y dijo Eliseo: Te ruego que una doble porción de tu espíritu sea sobre mí.10 El le dijo: Cosa difícil has pedido. Si me vieres cuando fuere quitado de ti, te será hecho así; mas si no, no.11. Y aconteció que yendo ellos y hablando, he aquí un carro de fuego con caballos de fuego apartó a los dos; y Elías subió al cielo en un torbellino.12. Viéndolo Eliseo, clamaba: ¡Padre mío, padre mío, carro de Israel y su gente de a caballo! Y nunca más le vio; y tomando sus vestidos, los rompió en dos partes» (2 R 2:9-12).

Tal vez, al mirar a Elías y Eliseo andar juntos, y más aún ver que Eliseo era solícito en servir a Elías, algunos pudieron pensar que eran amigos. Compañeros que disfrutaban andar juntos. Verlos compartir, hablar , o tal vez comer juntos, nos les parecía una imagen peculiar. Por el contrario, en ese tiempo, era bastante común que alguien sirviera y aompañara a otro.

Pero si algo he aprendido en mi vida, es que los grandes milagros se gestan en pequeños actos de obediencia. En aquello que parece insignificante, podemos hallar algo poderoso. Sino, pensemos donde y como se encuentra el oro. Junto a la arena que es tan común y cuantiosa, en medio de la arcilla o agua sucia, allí es donde de repente, un destello se vislumbra, y el buscador sabe que lo ha hallado.

La pregunta, que deberíamos hacernos, es cuanto queremos lo que deseamos. Cual es el precio que ofrecemos pagar por ello. Me gusta ver, como Eliseo, a pesar que sabía que deseaba lo que Elías tenía, el no fue escaso al pedir. Cuando su maestro le preguntó que quería recibir, que deseaba que hiciera por él. Eliseo no se conformó con la medida que Elías poseía. ¡No! ¡El fue mucho más lejos! El pidió doble de lo que tenía.

Yo misma no lo creo. ¡Qué osadía! Pero, también pienso, cuántas cosas Eliseo, habrá tenido que atravesar. Cuántas noches de meditación, de incertidumbre, aún soportando, tal vez, las inclemencias del tiempo. El sabía lo que deseaba, y también sabía que había ofrecido todo lo que tenía, no había escatimado en esfuerzo alguno. Por eso, tampoco titubeó al pedir la doble porción de la Unción de Elías. Y al parecer, también conocía la razón para obtenerla. Sino, miremos el próximo verso.

«13 Alzó luego el manto de Elías que se le había caído, y volvió, y se paró a la orilla del Jordán.14 Y tomando el manto de Elías que se le había caído, golpeó las aguas, y dijo: ¿Dónde está Jehová, el Dios de Elías? Y así que hubo golpeado del mismo modo las aguas, se apartaron a uno y a otro lado, y pasó Eliseo» (2 R 2:13-14).

No tenga ninguna duda, que si tiene un propósito Divino, mantiene una obediencia santa, y ofrece toda su voluntad y fuerza, Dios le concederá la cobertura de su Unción.

Dios le bendiga!

Su Pastora,

Graciela Meneguzzi