El Poder del Altar 2

Arco irisEl poder del altar Parte 2

El poder del pacto no es tanto que reconozcamos a Dios sino que Él nos llame su pueblo.

“33Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Pondré mi ley en su mente y la escribiré en su corazón; yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. 34Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: “Conoce a Jehová”, porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová. Porque perdonaré la maldad de ellos y no me acordaré más de su pecado” (Jr 31:33-34).

Hoy el altar de Dios no está en un lugar, como en el tiempo de Samuel, de Elí donde tenían que ir una vez al año a Silo a ofrecer las ofrendas, hoy el altar lo tenemos en nuestro corazón.

Aquí vemos a Dios haciendo pacto con su pueblo diciendo “yo seré su Dios” pero también tenemos la otra parte del pacto “ellos serán mi pueblo”, no esperemos que Dios sea nuestro Dios, si nosotros no somos su pueblo. Algo que debemos saber es que, no es tan importante el pacto que yo haga con Dios, sino el pacto que Él haga conmigo.

“20Luego edificó Noé un altar a Jehová, y tomando de todo animal limpio y de toda ave limpia, ofreció holocausto en el altar. 21Al percibir Jehová olor grato, dijo en su corazón: «No volveré a maldecir la tierra por causa del hombre, porque el corazón del hombre se inclina al mal desde su juventud; ni volveré a destruir todo ser viviente, como he hecho” (Gn 8:20-21).

Cuando obedecemos al Señor, el percibe “olor grato”, en el altar que es nuestro corazón. Esto le dice al Señor que me estoy ofreciendo, entregando a Él. Debemos saber que nuestra obediencia al Señor produce ese olor grato que a Dios le agrada. Y si ofrecimos nuestra ofrenda en el altar de obediencia, también debemos esperar la cosecha de ella.

Mientras que el único altar en el que puedo ofrecer sacrificio es mi corazón; la única ofrenda que puedo ofrecer en él es mi obediencia.

Deseo con todo mi corazón que este sea el día en que pueda hacer pacto con Dios para obedecerle y recibir de Él todas sus promesas y bendiciones.

El Señor le bendiga,

Con amor,

Profeta,

Graciela Meneguzzi.